Evitar armas biológicas
La creación de un
Plan Nacional de Biocustodia como mecanismo de prevención y control de toxinas
y microorganismos patógenos que pudieran ser objeto de armas biológicas resulta
de vital importancia para cualquier país.
Publicada el 23
de febrero de 2019, en el Boletín Oficial del Estado español, la Orden PCI/168/2019, de 22 de febrero, por la que se publica el Plan Nacional de
Biocustodia, aprobado por el Consejo de Seguridad Nacional.
En base a las
pautas establecidas en dicha normativa, se establece la elaboración de un inventario
nacional que permita controlar patógenos y toxinas utilizadas en el campo de la
investigación y/o diagnóstico. En el mismo deberá determinarse el tipo de
patógeno o toxina y su grado de virulencia o peligrosidad, adaptando su
custodia al grado de patogenicidad e indicándose las medidas de seguridad necesarias.
De igual modo, y
entre otras premisas descritas en dicha norma, destacar que las instalaciones
donde se encuentren los patógenos o toxinas y el personal con acceso directo a éstas,
requerirán habilitación especial de seguridad de forma que se asegure la
correcta custodia y manipulación del material biológico.
También se establecerá un
sistema de control para prevenir y, en su caso, detectar los supuestos de
sustracciones, ataques terroristas, uso indebido y accidentes.
Leer más: Boletín Oficial del Estado.
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